Una imagen vale más que mil palabras ¿no? Cuando se trata de representar datos, suele ser mejor emplear figuras que áridas tablas. Las figuras permiten una representación más intuitiva de los datos, lo que hace más fácil asimilarlos y recordarlos.
Esto es exactamente lo que han intentado hacer (con éxito, en mi opinión) Daniel Dorling, Mark Newman y Anna Barford, autores de Mapping the Atlas of the real World, Thames & Hudson, 2008.
El pdf adjunto contiene un mapa normal del mundo, en el cual el tamaño de cada país es proporcional a su superficie. Esto puede parecer obvio pero no lo es tanto, ya que no ocurre con algunos tipos de mapas empleados con frecuencia (p.e. la proyección Mercator).
En el siguiente pdf se representa la población total del mundo en 2002. El área correspondiente a cada país es proporcional a su población. Aunque el aspecto es un poco raro, se puede reconocer el contorno de la mayoría de los países, aunque el tamaño haya cambiado respecto al mapa anterior. Por ejemplo, Japón se ve muy grande porque su población es muy numerosa con respecto a su territorio. En cambio, Australia, prácticamente ha desaparecido.
Una vez que nos hemos familiarizado con este esquema, los mapas nos dan una idea intuitiva y precisa del «lugar en el mundo» que ocupa cada país. En problema es que cuando los valores son muy pequeños, los países quedan reducidos a una delgada línea o prácticamente a un punto, por lo que resulta difícil reconocerlos.
El siguiente pdf muestra la riqueza total ajustada. El tamaño de los países es proporcional al Producto Nacional Bruto per capita ajustado al nivel de precios de cada país (purchase parity power) multiplicado por el número de habitantes. El ajuste nos permite tener en cuenta que si uno tiene una renta anual de 50.000 € en Tokyo es considerablemente más pobre que otro con la misma renta en, digamos, Bulgaria. Obviamente, USA, Europa Occidental y Japón aparecen enormes. Puede observarse que el tamaño de Alemania es superior al de todo Africa.
El siguiente mapa representa la otra cara de la moneda: la pobreza absoluta, contabilizada a través del número de personas que viven en cada país con menos de 1$ al día. Nada menos que el 17% de la población mundial se encuentra en esa situación y el 43% vive con menos de 2$ al día. Con con esa cantidad las necesidades básicas (comida, refugio, agua) son muy difíciles de cubrir, y las medicinas, ropas o libros escolares constituyen lujos inalcanzables.
Más info en: www.worldmapper.org
4 respuestas a “El Mundo en cifras”
¿Cuántos viven con menos de 2 dólares al día, el 17 o el 43 %?
Hola Jesús,
43%<2$/dia
17%<1$/dia
Reducir la población mundial es totalmente necesario, pues de otro modo vamos al desastre. El problema es cómo hacerlo de un modo no traumático, de un modo humano. Con los actuales medios anticonceptivos esto sería posible, pero es imprescindible que los países desarrollados ayuden a los países más pobres en este ámbito. La objeción es que ello pueda provocar una «pirámide poblacional invertida», es decir, menos jóvenes que viejos. Y en los sistemas de Seguridad Social es necesario que muchos jóvenes coticen para que puedan sufragarse las pensiones de los ancianos, por lo que, si la población joven se reduce, surgen desequilibrios financieros. He leído que en China, donde se había apostado rotundamente por el «hijo único», ahora está empezando a defenderse dos hijos por pareja, para no crear un problema financiero/demográfico. Ya digo que evitar el aumento de la población mundial no es fácil, pero lo que está claro es que con el ritmo actual el desastre está asegurado, porque el crecimiento demográfico no tiene límites pero los recursos del planeta sí.
La población mundial se reduce con cultura y con el desarrollo de los derechos civiles de la mujer. Cuando la mujer decida si casarse o no en los países del tercer mundo, cuando decida cuántos hijos tener, cuando aumente la riqueza de estas familias se potenciará más el ocio y el descenso de la natalidad será automático.