Reconozco que escribir este post me ha resultado un poquito difícil. En primer lugar está la cuestión de la naturaleza inflamable del tema. Lo normal es que si empiezas a hablar de las bases biológicas de la conducta homosexual muchas personas se sientan atacadas. En segundo lugar está el problema de la supersimplificación inevitable. Se supone que escribir sobre ciencia para un público no especializado requiere un cierto grado de simplificación, pero ¿en qué momento se pasa uno de la raya? No es fácil saberlo.
Respecto a la primera parte, lo digo alto y claro: la homosexualidad no es un problema, lo homofobia sí.
el tema ya se ha tratado en este blog (aquí). Así que me reafirmo en lo dicho.
Respecto a la segunda, he optado por traducir literalmente el título del artículo que pretendo comentar (y que se publicará próximamente en la revista Evolution and Human Behavior). El trabajo habla de factores genéticos –indicando que los genes correspondientes no han sido identificados. Habla de predisposición a la homosexualidad -no que éstos determinen inevitablemente la orientación sexual. Y sigue afirmando que puede que dichos factores tengan el (contra-intuitivo) efecto de aumentar el éxito reproductivo en individuos heterosexuales. También puede que no lo hagan.
Hechas estas salvedades, vayamos un poco más despacio. Se estima que en los países occidentales, entre el 1 y el 10% de la población es homosexual (Grulich et al., 2003; Johnson et al., 1992). En buena parte, estas variaciones se deben a la forma en que se hacen las encuestas (no es lo mismo tener una conducta exclusivamente homosexual, que de forma ocasional o tener una fantasía de vez en cuando). Obviamente, en países donde la homosexualidad está catalogada como delito, es prácticamente imposible hacer estimaciones. Sabemos, por referencias históricas, que la preferencia por individuos del mismo sexo ha ocurrido en todas las épocas y sociedades. Además, este tipo de conducta ha sido descrita en al menos 63 especies de animales. Ni es una moda pasajera ni una característica exclusivamente humana.
Los estudios de gemelos idénticos sugieren que existen factores genéticos que predisponen a la orientación homosexual (Bailey and Bell, 1993; Kendler et al., 2000; Kirk et al., 2000; Pattatucci and Hamer, 1995). Si un gemelo es gay el otro tiene una probabilidad de (aproximadamente) el 50% de serlo también, mientras que en el caso de los hermanos normales, esta probabilidad es del 22% (con todo, bastante más alta que la de la población general). No sabemos cuáles son los genes responsables de esto, pero sí podemos decir que los genes juegan un papel importante.
Y aquí llega la paradoja. Si hay genes que propician la conducta homosexual, cómo es que dichos genes no han sido retirados por la selección natural, dado que los homosexuales se reproducen poco o nada. Algunos han llegado a ver en esto el “fracaso” de la teoría de la evolución. Pese a la aparente contradicción, no es nada difícil acomodar este hecho a la Biología Evolutiva y, de hecho, se han propuesto varias hipótesis para explicarlo (aunque comentarlas todas ahora resultara demasiado largo). La hipótesis que se han puesto a contrastar los investigadores del mencionado artículo es que puede que los “genes gay” tengan un efecto “negativo”, en el sentido de disminuir el éxito reproductivo de algunos individuos, pero es perfectamente posible que los mismos genes tengan un efecto “positivo” en individuos heterosexuales. La selección natural podría favorecer la difusión de estos genes en la población si el segundo efecto es apreciablemente mayor que el primero.
Para contrastarla, los investigadores examinaron una amplia muestra de hermanos gemelos, a los cuales enviaron una encuesta sobre actitudes y conducta sexual. Lo que vieron es que los hombres con características psicológicas “femeninas” y las mujeres con características “masculinas” tenían más probabilidad de ser homosexuales. Hasta aquí nada nuevo. Pero cuando dichos individuos eran heterosexuales tenían un mayor número compañeros sexuales (de sexo opuesto). También encontraron que los individuos heterosexuales que tenían un gemelo idéntico no-heterosexual, también tenían un mayor número de compañeros. En definitiva, estos resultados sugieren que los mismos factores genéticos que favorecen la homosexualidad, también contribuyen al “éxito” reproductivo en individuos heterosexuales. Este efecto sería el responsable de mantener una elevada frecuencia de estos genes en la población.
La hipótesis es, desde luego, contra-intuitiva. Nos dice que hombres con características femeninas (pero sin ser homosexuales) resultan más atractivos. Y también que las mujeres con características más masculinas resultan más atractivas. O al, menos, que este tipo de individuos tiene un mayor número de compañeros sexuales.
Desde luego, la evidencia que se presenta aquí es “circunstancial”. Podríamos decir que “los datos son compatibles con la hipótesis”, pero falta mucho para tener algo más consistente. Bueno, algo es algo. Como decía Cervantes “para sacar una verdad en limpio es menester dar muchas vueltas y revueltas”.
Bailey, J.M., and Bell, A.P. (1993) Familiality of female and male homosexuality. Behav Genet 23: 313-322.
Grulich, A.E., de Visser, R.O., Smith, A.M., Rissel, C.E., and Richters, J. (2003) Sex in Australia: homosexual experience and recent homosexual encounters. Aust N Z J Public Health 27: 155-163.
Johnson, A.M., Wadsworth, J., Wellings, K., Bradshaw, S., and Field, J. (1992) Sexual lifestyles and HIV risk. Nature 360: 410-412.
Kendler, K.S., Thornton, L.M., Gilman, S.E., and Kessler, R.C. (2000) Sexual orientation in a U.S. national sample of twin and nontwin sibling pairs. Am J Psychiatry 157: 1843-1846.
Kirk, K.M., Bailey, J.M., Dunne, M.P., and Martin, N.G. (2000) Measurement models for sexual orientation in a community twin sample. Behav Genet 30: 345-356.
Pattatucci, A.M., and Hamer, D.H. (1995) Development and familiality of sexual orientation in females. Behav Genet 25: 407-420.
Página personal de pablo rodriguez palenzuela 
Interesante post que me sugiere alguna especulación. Por ejemplo, Bem (1996), en su artículo «Exotic becomes erotic» plantea una sugerente teoría acerca del desarrollo de la orientación sexual. Según Bem, los genes no influirían directamente sobre las preferencias sexuales, sino sobre el temparamento más o menos activo. Aquellos niños con una menor predisposición a juegos activos elegirían a niñas como compañeras de juegos. Lo contrario podría decirse de las niñas. Por lo tanto, esos sujetos se socializarían en una contexto «atípico». Al llegar la pubertad, la activación fisiológica producida ante sujetos «extraños» de su mismo sexo (hay que tener en cuenta que estos sujetos se han socializado con niños/as de distinto sexo) se convertiría en excitación sexual -salto algo arriesgado, aunque el autor lo documenta bien.
Pues bien, si algunos sujetos a pesar de esa socialización no desarrollan una orientación homosexual, es indudable que serán sujetos que se sentirán cómodos entre personas del sexo contrario: conocerán sus claves relacionales, serán expresivos, tendrán bastantes amistades entre ellas, en fin, que podríamos pensar que esas características les permitirían tener más parejas sexuales.
Como he comentado al comienzo, se trata de una mera elucubración.
Un saludo
Yo había leído sobre otra teoría y es que la homosexualidad se deba a una explosión de hormonas, producidas en el momento del parto. Según esta, cuando es una niña hay una explosión de estrógenos y testosterona, siendo estas en candidades diferentes. Si la hormona en mayor cantidad es la femenina, en el caso de una niña, su tendencia al desarrollo de conductas lesbicas será mayor y poseería mayores posibilidades de ser homosexual en su desarrollo madurativo.
Lo de la teoría genética también lo he leído, pero supuestamente es debido a una expresión mayor de un gen respecto a otro para favorecer el olfateo de feromonas del mismo sexo que tiene mucho que ver con la atracción sexual y el enemoramiento.
Pingback: Factores genéticos que predisponen a la homosexualidad pueden aumentar el exito de los heterosexuales
Yo a lo mío, claro: la metodología y lo cognitivo por decirlo de algún modo. Y nuevamente este estudio me da pie a comentarlo y someterlo a vuestro interés y a vuestra crítica de manera lo más «apretada» posible para no abusar de este espacio.
A mi me parece que el estudio, en lo que pretende demostrar (la vigencia del evolucionismo, cuyos postulados comparto como ya he manifestado otras veces, incluyendo las conclusiones particulares del estudio), sin duda lo consigue. Siendo real u objetivo que haya manifestaciones genéticas homosexuales en heterosexuales, es obvio (intuitivo, pues, y no contraintuitivo) que, partiendo de la convicción teórica que se tiene y en cuya «fé» se cree en base a las «muchas evidencias» y en contra de las muchos apriorismos que pudieran obstaculizarlo, se llegue vía un estudio «apropiado» a la conclusión «deseada» (lo que no es arbitrario a mi criterio sino científico tal y como puede manifestarse desde un punto de vista no positivista -en línea con Feyerabend pero no del todo-). Además, no veo por qué TODO tenga que ir o responder como un «reloj prediseñado» sino que podría haber, por un lado «cosas» que se salgan «del programa idóneo» (el cancer es el caso típico, y la «locura», y «tropezar en la misma piedra», y «creer en el mito que sea más allá de todo sentido», etc.). Luego, ante esa «imprecisión», incluso habría una «adaptación» como respuesta que tal vez «afine» los resultados a largo plazo. También habría «lucha» entre componentes y esto debería ser incorporado al análisis. En fin, que me inclino por un cuadro de «complejidad» en el sentido del enfoque pertinente que se llama «Teoría de la complejidad».
Por último, precisamente «Como decía Cervantes “para sacar una verdad en limpio es menester dar muchas vueltas y revueltas”», nada en ciencia sería a fin de cuentas «contraintuitivo» sino… «intuitivo», siempre y cuando se «adopte» una «predisposición» «no conservadora» de enfocar la realidad. En todo caso, habría «contraintuiciones» transitorias o eventuales que bajo otras circunstancias serían «intuiciones». Pero la base creo que es la misma y tiene que ver con estar, ser parte y ser resultado del mundo al mismo tiempo.
Un saludo cordial.
Hola a todos y gracias por vuestros comentarios.
Estoy de acuerdo (con Carlos) en que los seres vivos no tienen por qué estar «optimizados» en todo slos aspectos. No hay duda de que la selección natural existe y es importante, pero «no lo ve todo».
A mí si me parecen contra-intuitivos los resultados. Admito que es un término subjetivo: a mí me sorprende. Me reafirmo en que la metodología empleada en este estudio tiene importantes limitaciones y existen hipótesis alternativas que podrían explicar los resultados.
Los autores parecen ser conscientes de estas limitaciones. Con todo, esa es la manera de avanzar.
Saludos cordiales
Gran estudio. en mi blog fue abordado. termine eliminandolo por ataques hacia mi persona.
Solo aclarar y según mi opinión personal que es cierto que los hombres con características femeninas resultan más atractivos a las mujeres, esto es algo que uno puede comprobar examinando un poco el mundo que le rodea. Pero por el contrario las mujeres con características masculinas no resultan más atractivas a los hombres en modo alguno sin embargo estás se prestan más al sexo ocasional y por tanto su número de compañeros suele ser alto. Para hablar con cierta claridad creo firmemente que los hombres prefieren a las mujeres muy femeninas pero en cualquier caso nunca desaprovecharan la oportunidad de tener sexo.
Sí, es perfectamente posible eso que dices Juan
Hola Pablorpalenzuela, ya tienes tu resumen de blog en BLOGS DE INTERÉS http://yenodeblog.blogspot.com/
Espero que te guste, pero si quieres hacer algún cambio de foto, texto o etiquetas, dímelo y lo cambiamos 😉
Te felicito por tocar un tema tan candente como es el de la homosexualidad. De hecho, sobre ese asunto irá probablemente mi próximo artículo pero enfocado desde otro punto de vista y extrayendo algunas opiniones públicas.
Un saludo y suerte con tu blog.
Európides.
La conducta homosexual no parece que se deba a un gen concreto, sobre todo porque se presenta de forma continua en la población. No hay un límite perfectamente definido entre homosexuales y heterosexuales, de tal forma que unos lo sean por completo y otros en absoluto. Hay, como señalas, carácteres intermedios más o menos aproximados a la homosexualidad, y a un tiempo una misma persona en una vida puede tener relaciones homosexuales ocasionales sin decantarse por la homosexualidad.
Supongo que a partir de esto concluyó Frans De Waal, en su «Mono que Llevamos Dentro», que éramos ambiguos sexualmente. Yo en eso no estoy de acuerdo. Hay un reducido número de personas ambiguas, un reducido número de personas abiertamente homosexuales, y muchas que no lo son.
La hipótesis que nos trasladas amablemente resulta, desde luego, muy sugerente. Pienso en todos esos hombres sumamente comunicativos que interaccionan tan bien con las mujeres. Es natural que dispongan de más oportunidades de relacionarse con ellas de forma más íntima.
Pero, como siempre, queda en el aire el tema de la homosexualidad femenina. ¿Son las mujeres casi viriles más exitosas también en la seducción de hombres? Dadas las distintas estrategias de los sexos en la lucha por la existencia y la reproducción, convendría distinguir claramente entre homosexualidad masculina y femenina, pues son tan distintas entre sí como lo son las psicologías masculina y femenina.
Un saludo Pablo.
¿Estás ya de vuelta de aquel viaje?
Gracias Európides
Muy gratificado por la coincidencia, Pablo, que reafirma un enfoque que cada vez me permite ver mejor la dinámica de la realidad (o complejidad). No obstante, me parece que podría equivocar la proyección de la idea intuitiva que creo ver una y otra vez en los hechos y me interesa el punto en el que la tesis pueda cojear. Es importante el punto de vista del científico al respecto, cuya práctica no es la mía. En esto encuentro muy útil tu blog, desde… je… el propio título. Tal vez deberíamos tomarnos algo alguna vez que tengas tiempo. Me gustaría mucho conocerte (je, ya que estamos en el tema, te advierto que mi porcentaje genético masculino es superior al femenino).
Un abrazo,
Carlos.
Hola Germánico,
Estoy de acuerdo contigo y no con de Waals, en este caso. En cuanto a la segunda parte, Juan ha sugerido que tal vez las mujeres más «masculinas» no son más atractivas pero quizá más promiscuas.
En efecto, ya estoy de vuelta en la «dura realidad», después de unos meses muy productivos y agradables. Bueno, está lloviendo y el otoño está precioso. no me quejo.
Un saludo
Hola Carlos,
Estaría encantado de quedar algún día para tomar algo.
Un saludo
¿De veras a las mujeres les gustan reproductivamente hablando los hombres femeninos?
Sin base científica alguna salvo la observación del entorno, no lo creo.
Una de las conclusiones del trabajo es que los hombres con características más femeninas tienen más compañeras sexuales; sea porque son más atractivos o ponen más interés o la razón que sea. A mí me parece sorprendente y, desde luego, creo que hace falta mucho más trabajo para considerar esta conclusión como definitiva
Dame un par de opciones entre 6PM y 12PM de cq día de la semana. Si tienes un ejemplar disponible de tu libro cambiamos cromos de paso. Puedes pasarme eso por email que figura en mi perfil.
Será muy interesante estoy seguro.
Un abrazo.
Felicidades por abordar de una manera valiente, decidida y entretenida un tema tan interesante.
Me quedo con lo de: «la homosexualidad no es un problema, la homofobia sí».
Genial!
Si hay genes que propician la conducta homosexual espero que no los encuentren nunca, ya que con las técnicas de diagnóstico prenatal la sociedad puede encontrar un «motivo» más de aborto eugenésico.
Saludos
HOLA!!!!
pues estoy muy facinado por lo que acabo de leer,la verdad yo creo que la homosexualidad no se da a causa de un gen, sino por la conducta, los amigos, el caracter con que te educan y todos esos aspectos sociales son los que te orientan a ser asi y pues yo creo que te vas sintiendoo comodo y cuando te lastiman con algunas palabras pues te das cuenta a lo que has llegado y ya no hay vuelta atras, pero es tanto por lo que pasas que dices «que valga la pena ser como soy»
bueno eso opino yo a lo mejor y no es asi verdad?
bueno adioz y saludos
Imaginemos a dos mujeres totalmente idénticas en lo físico. Imaginemos que una de ellas es una fashion victim que solo sabe hablar de trapitos con las amigas, tratamientos para la belleza, cotilleos y moda. Su debilidad son los zapatos y su mayor afición ir de compras. A la hora de ir al cine se decanta por las típicas comedias románticas tontorronas yankis. Por supuesto, sueña con casarse por la iglesia, de blanco, en un gran bodorrio. Puede que incluso sea la típica tía que se cree que tiene oro entre las piernas. Se «hace valer» mucho para que no piensen que es una «chica fácil».
Ahora digamos que la otra mujer es de gustos más sencillos si se quiere. Le gusta ver fútbol en la tele, hablar de deportes y practicarlos al aire libre, jugar a videojuegos, etc. Le molan las pelis de acción y superhéroes, claro. Y lo de casarse no es importante para ella, porque es una simple formalidad, y ella pasa de esas cosas. Como es una persona despreocupada que sabe vivir la vida y no se preocupa de las apariencias sociales, ha tenido varios novios; tiene experiencia en el terreno sexual, por lo que sabe cómo hacer que las relaciones sexuales funcionen, sabe lo que le gusta a los tíos en la cama, en definitiva es una excelente compañera sexual.
Bueno, si tuviera que elegir entre ser el novio de una de esas dos mujeres, tanto yo como una gran mayoría de hombres (a mi entender) elegiría a la segunda. Lo he dicho en plan muy de andar por casa, pero quizás con lo de «características psicológicas femeninas/masculinas» se referían a algo parecido a esto. Si lo miramos desde este punto de vista, el resultado del estudio del que estamos hablando, ya no parece tan «anti-intuitivo».
Iván, tu idea de lo que es «femenino» resulta caricaturesca.
Y me parece que es tan estereotipada como la homofobia, sin ánimo de ofenderte con la comparación.